En la sierra había una bañera rosa llena de agua lluvia y planticas.Llena de magia...
Me imagine que si alguien se sumergía perdería allí todo el peso de la vida, abriría los ojos y se enamoraría.
Cuando fui a la sierra yo me enamore, me enamore de viajar con Diego y Sebas, tanto así que quise capturar sus almas en fotos para recordar lo felices que fuimos lejos de todo, unos días de enero en la sierra
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